La gestión de la cadena de suministro, Supply Chain Management en inglés, abarca la supervisión y coordinación de todo el proceso de producción de un producto o servicio. Su objetivo principal es mejorar la calidad, garantizar entregas a tiempo, satisfacer al cliente y lograr la eficiencia económica. Explora más acerca de la gestión de la cadena de suministro Supply Chain Management (SCM) y cómo implementarla en una empresa.
¿Qué es la gestión de la cadena de suministro?
La gestión de la cadena de suministro engloba la supervisión completa de todo el proceso de producción, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega de los productos al cliente. Esto conlleva implícito la creación de una red de proveedores, eslabones fundamentales en esta cadena, responsables de llevar el producto o materias primas hasta las organizaciones que satisfacen las necesidades de los consumidores.
En esencia, la gestión de la cadena de suministro o Supply Chain Management (SCM), se enfoca en la administración del flujo de bienes y servicios, englobando todos los procesos que transforman las materias primas en productos finales. Esta gestión requiere una planificación activa de las actividades del lado de la oferta de una empresa, con el objetivo de maximizar el valor para el cliente y obtener una ventaja competitiva en el mercado.
Los beneficios clave de una gestión óptima de la cadena de suministro incluyen la reducción de costes innecesarios, la agilización de las entregas al consumidor y la prevención de problemas que puedan resultar en retiradas costosas del mercado y demandas legales. Por tanto, los cinco elementos esenciales en la gestión de la cadena de suministro son la planificación estratégica, la gestión de suministros, la producción, la distribución y la gestión de devoluciones.
El papel principal de un gerente de cadena de suministro o Supply Chain Manager radica en supervisar y controlar los costes, así como prevenir las escaseces de suministros, asegurando un funcionamiento eficiente y efectivo de la cadena de suministro.
¿Cómo funciona la gestión de la cadena de suministro? 5 componentes clave
Los sistemas tradicionales de la gestión de la cadena de suministro se dividen en cinco componentes clave:
1.- Planificación
Para lograr resultados óptimos en la gestión de la cadena de suministro, el proceso generalmente comienza con la planificación. Esta fase implica organizar y gestionar todos los recursos necesarios con el fin de alinear el suministro con las demandas de los clientes y los procesos de producción. Esto requiere que las empresas anticipen sus futuras necesidades y tomen las medidas adecuadas. Entre las tareas involucradas se encuentra la identificación de las materias primas necesarias en cada etapa de la fabricación, la evaluación de la capacidad y limitaciones de los equipos, así como la gestión de las necesidades de personal a lo largo de todo el proceso de Supply Chain Management.
Asimismo, es crucial definir métricas que permitan evaluar la eficacia, eficiencia y capacidad para aportar valor al cliente, asegurando la alineación con los objetivos de la empresa. En este sentido, las grandes organizaciones suelen aprovechar los módulos de sistemas ERP (Enterprise Resource Planning) para recopilar información y desarrollar planes de gestión de la cadena de suministro consistentes.
2.- Abastecimiento y proveedores
En esta segunda fase, se lleva a cabo una selección minuciosa de los proveedores que suministrarán los bienes y servicios necesarios para la fabricación del producto. Posteriormente, se establecen procedimientos para supervisar y administrar las relaciones con dichos proveedores. Esto requiere realizar pedidos, recibir mercancías, gestionar el inventario y autorizar los pagos correspondientes.
La eficiencia de los procesos en la cadena de suministro se encuentra estrechamente ligada a la calidad de las relaciones con los proveedores. Por ello, el abastecimiento implica una colaboración cercana con los proveedores con el fin de garantizar que las materias primas cumplan con las especificaciones necesarias para la producción de bienes. Esto conlleva asegurarse de que los precios de los bienes estén en consonancia con las expectativas del mercado y que los proveedores cuenten con la capacidad de proporcionar materiales de emergencia en caso de situaciones imprevistas. Asimismo, es esencial que los proveedores cuenten con un historial probado de entregas puntuales y productos de alta calidad.
La gestión de la cadena de suministro adquiere una importancia aún mayor cuando se trata de productos perecederos, dado que se deben considerar detenidamente aspectos como el tiempo de entrega y la capacidad del proveedor para cumplir con los requisitos de entrega en los plazos previstos.
3.- Fabricación
La fase de fabricación engloba la coordinación de diversas actividades que van desde la recepción de las materias primas hasta la producción del producto final. Esta etapa involucra la ejecución de procesos de control de calidad, empaquetado para el envío y programación de entregas.
Seguramente has intuido, que la producción o fabricación de productos es el núcleo central del proceso de gestión de la cadena de suministro. Aquí, la empresa realiza la transformación de las materias primas, empleando maquinaria, mano de obra y otros recursos externos para crear un producto completamente nuevo. Aunque el producto final es el fin último del proceso de fabricación, este no cierra el ciclo de gestión de la cadena de suministro.
A su vez, el proceso de fabricación se divide en tareas secundarias que pueden incluir el ensamblaje, pruebas, inspección y embalaje. Durante la fase de fabricación, es esencial que la empresa esté alerta ante posibles problemas, como el desperdicio de materias primas u otros factores que puedan desviar el proceso de acuerdo con los planes iniciales. Por ejemplo, si una empresa consume más materias primas de las previstas debido a la falta de capacitación de los empleados, se debe abordar el problema de manera oportuna o revisar las etapas anteriores de la gestión de la cadena de suministro para corregirlo.
4.- Entrega y logística
En esta fase, se orquesta la gestión de los pedidos de los clientes, se planifican las entregas, se coordinan los envíos, se emiten las facturas para los clientes y se gestionan los pagos correspondientes.
Una vez que los productos se han fabricado y las ventas se han realizado, la tarea fundamental de una empresa es asegurar que los productos lleguen a manos de sus clientes. La distribución es un factor crítico que contribuye a la percepción de la marca, ya que representa el primer contacto tangible del cliente con el producto. Por ello, la empresa debe contar con capacidades logísticas y una red de entrega fiable que garantice la entrega a tiempo y segura de los productos.
Todo ello requiere establecer planes de contingencias y métodos de distribución alternativos en caso de que surjan situaciones que puedan afectar temporalmente la capacidad de entrega, como pueden ser las condiciones climáticas adversas que puedan dificultar las operaciones de los centros de distribución.
5.- Gestión de devoluciones
En esta última fase de la gestión de la cadena de suministro, se establece un sistema o proceso destinado a manejar la devolución de productos defectuosos, excedentes o no deseados. La gestión de devoluciones es una parte esencial del proceso de gestión de la cadena de suministro y se encarga de abordar situaciones en las que los clientes necesitan devolver un producto por diversas razones: defectos, exceso de inventario o insatisfacción con el producto.
El proceso de devolución, a menudo denominado logística inversa, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de una buena relación con los clientes. Por este motivo, la empresa debe estar preparada para recibir productos devueltos, llevar un registro adecuado de las razones de las devoluciones y procesar los reembolsos de manera eficiente. Además, la gestión de devoluciones también implica la comunicación con otros actores de la cadena de suministro para identificar productos defectuosos, caducados o no conformes, abordando así las causas subyacentes de las devoluciones y evitando así problemas recurrentes en el futuro.
Importancia de la gestión de la cadena de suministro en una empresa
Dentro del conjunto de actividades de la dirección estratégica de una empresa, la gestión de la cadena de suministro desempeña un papel fundamental en el éxito del negocio debido a su capacidad para optimizar costes, reducir el desperdicio y agilizar el ciclo de producción. La norma de la industria se ha orientado hacia la adopción de un enfoque «just in time«, en el cual las ventas minoristas generan automáticamente pedidos de reposición a los fabricantes, permitiendo que los productos se repongan en las estanterías de las tiendas al mismo ritmo que se venden.
Para perfeccionar aún más este proceso, el análisis de datos de los socios de la cadena de suministro se ha convertido en una herramienta imprescindible. Al analizar estos datos, se identifican tres escenarios en los que una gestión óptima de la cadena de suministro agrega un valor significativo al ciclo de la misma:
- Identificación de problemas potenciales: cuando un cliente solicita más producto de lo que el fabricante puede entregar, puede generar una mala experiencia del cliente. El análisis de datos permite a los fabricantes anticipar posibles escaseces antes de que los clientes se sientan insatisfechos.
- Optimización dinámica de precios: los productos estacionales tienen un período limitado de venta, y al final de la temporada, a menudo se descartan o se venden con descuentos considerables. Empresas que ofrecen productos perecederos, pueden ajustar sus precios y la producción según la demanda o estimaciones de ventas.
- Mejora del inventario: la gestión de la cadena de suministro desempeña un papel fundamental la asignación de recursos y la programación de tareas en base a estimaciones de ventas, pedidos concretos y promesas de entrega de materias primas o productos. Esto permite a los fabricantes confirmar la fecha de entrega del producto al realizar un pedido, reduciendo en gran medida los errores en los pedidos completados.
Como has podido comprobar, la gestión de la cadena de suministro es esencial para una empresa porque contribuye a alcanzar varios objetivos comerciales, como mejorar la calidad del producto, reducir el riesgo de retiradas del mercado y demandas legales, así como construir una sólida reputación de marca. Además, el control sobre los procedimientos de envío mejora el servicio al cliente al evitar costosas roturas de stocks o excedentes de inventario. En resumen, la gestión de la cadena de suministro o la Supply Chain Management requiere de habilidades directivas ofrece excelentes oportunidades para que las empresas mejoren sus márgenes de beneficio.